Boletín derechos indígenas

A raíz del caso Sepur Zarco (Guatemala), la Relatora subraya la necesidad de garantizar el acceso a la justicia para las mujeres indígenas

sepurzarco

Las mujeres indígenas han venido sufriendo históricamente -y lo siguen haciendo- una serie de violencias específicas que se producen tanto a nivel individual como colectivo y que las sitúan como una de las principales afectadas en caso de violaciones graves de los derechos humanos. Frente a ello, tal y como señala la Relatora:

“(Existe) la necesidad de prestar atención al vínculo entre los derechos individuales y colectivos y cómo las formas concomitantes de discriminación y vulnerabilidad contribuyen a las actuales violaciones de los derechos de las mujeres indígenas. Como es bien sabido, las mujeres indígenas sufren el racismo, la discriminación y la discriminación de género a diferentes niveles, por ser mujeres, por ser pobres y por ser indígenas. Y el racismo, la discriminación y la marginación históricamente sufridos por los pueblos indígenas hacen que las mujeres indígenas sean particularmente vulnerables a diferentes formas de violencia, incluida la violencia sexual y la esclavitud sexual

La solución a estos problemas pasa necesariamente por conocer “las historias, culturas y otras circunstancias específicas de las mujeres indígenas como miembros de pueblos y comunidades indígenas”. Por ello resulta especialmente importante el caso de Sepur Zarco que se juzga en estos momentos en los tribunales de Guatemala, contra los mandos militares que, entre otras violaciones de derechos, sometieron a violencia y esclavitud sexual continuada a 15 mujeres mayas q’eqchíes en la época del conflicto armado interno.

“Es una oportunidad para reestructurar las dinámicas y relaciones sociales, culturales y políticas existentes que han perpetuado los actos de violencia contra miembros de los pueblos indígenas, incluidas las mujeres indígenas. Por lo tanto, es una oportunidad y un paso esencial para conseguir una justicia reparadora para los pueblos indígenas en Guatemala y en otros países”

Puedes acceder aquí a la presentación completa de la Relatora sobre esta cuestión.

Finalmente, el pasado 27 de febrero, en lo que se considera un hito histórico para los derechos humanos y una victoria para las mujeres indígenas víctimas de la violencia, la justicia de Guatemala condenó a los dos exmilitares juzgados. El teniente coronel retirado Esteelmer Francisco Reyes Girón fue sentenciado a 120 años y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asij recibió una condena de 240 años de cárcel.

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