El pasado 15 de junio de 2016, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaba por consenso la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, culminando así un proceso de elaboración que dio inicio hace 17 años y en el cual se involucraron numerosas organizaciones y movimientos indígenas. La Declaración es el primer instrumento en la historia de la OEA que promueve y protege los derechos de los pueblos indígenas del continente.
(Ver reportaje de la OEA sobre la aprobación de la Declaración)
La aprobación del documento ha sido calificada como un hito que responde a una reivindicación histórica de los pueblos indígenas americanos. Como señala Juan Gabriel Morales (Director General Adjunto para Asuntos Hemisféricos y de Seguridad de México) se trata del “primer documento hemisférico que busca promover y proteger los derechos de los pueblos indígenas de las Américas, y junto con la Declaración de las Naciones Unidas, es un instrumento básico para la supervivencia, dignidad, bienestar de los pueblos indígenas de nuestro hemisferio”.
El texto, como señala el Canciller de Bolivia, David Choquehuanca, reconoce “todos los derechos, no solamente los individuales, sino también los colectivos, como los derechos económicos, sociales y culturales” y recoge expresamente el derecho a la libre determinación, en el sentido en el que es reconocido también en el artículo 3 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI):
“Artículo 3. Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural”.
Entre los puntos clave de la Declaración, cabe destacar también el especial reconocimiento que se hace tanto de la situación de las mujeres indígenas, como de los pueblos que se hallan en aislamiento voluntario o contacto inicial.
A raíz de este documento, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destaca que “es apremiante y prioritario que el compromiso ilustrado en esta Declaración se torne en una realidad en las Américas y en la garantía plena de los derechos de los pueblos indígenas en nuestro hemisferio. La adopción de esta Declaración debe ser acompañada de medidas por parte de los Estados para implementar a nivel nacional las disposiciones contenidas en la misma, con miras a garantizar a los pueblos indígenas bajo su jurisdicción el ejercicio efectivo de esos derechos”. Ver comunicado de prensa de la CIDH.
Es posible acceder al texto de la Declaración en la página www.oas.org.