La Mesa Permanente de Concertación (conformada por varias organizaciones indígenas colombianas) participó finalmente en las jornadas de diálogo con los pueblos indígenas celebrada en La Habana el domingo 26 de junio en el marco de las negociaciones de paz, con el objetivo de reafirmar el papel de los pueblos indígenas como agentes de paz y garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas. Las organizaciones indígenas valoraron también positivamente el hecho de que las zonas transitorias de normalización, según el acuerdo alcanzado entre las FARC y el Gobierno, se situarán fuera de los resguardos indígenas (lo cual venía siendo uno de los puntos de debate).
Las posturas planteadas en estas jornadas de diálogo se resumen en las siguientes:
1) Los acuerdos no pueden representar en ningún caso una regresión en cuanto al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas que existe en el ordenamiento nacional y en los instrumentos internacionales.
2) Es imprescindible que en el documento se garantice explícitamente el derecho a la consulta libre, previa e informada, de acuerdo con el Convenio 169 de la OIT y demás normas internacionales. Para ello, se propone incorporar el siguiente párrafo en los acuerdos de La Habana:
“De conformidad con los estándares Internacionales en el marco del Sistema Internacional de los Derechos Humanos, el Sistema Interamericano y la Constitución Política de Colombia, el Gobierno Nacional garantizará el derecho fundamental a la Consulta y el Consentimiento Previo, Libre e Informado con los pueblos y organizaciones indígenas respecto los acuerdos finales de la Mesa de Conversaciones de la Habana, en especial aquellos que afecten la integridad étnica, cultural y territorial de los pueblos y comunidades indígenas. En todo caso, los acuerdos firmados en cada uno de los puntos de negociación entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, no restringirán los derechos territoriales, individuales y colectivos de los pueblos y comunidades indígenas, sino que tendrán una perspectiva de progresividad de los derechos de estas comunidades.”
3) Se propone crear una Comisión Técnica de Trabajo, integrada por las partes y los pueblos indígenas que esté activa hasta la firma del acuerdo final, con el propósito de: a) incorporar salvaguardas que garanticen los derechos indígenas; b) identificar aquellas cuestiones recogidas por los acuerdos que deban ser sometidas a CLPI; y c) proponer un mecanismo que incorpore el enfoque étnico, diferencial y territorial para la implementación de los acuerdos.
4) Se convoca al Gobierno y a las FARC a realizar debates públicos en todo el país y en los territorios indígenas para dialogar sobre la verdad, la justicia, la no repetición y sobre los contenidos y alcances de los acuerdos de La Habana.
Es posible acceder al comunicado completo con las propuestas indígenas en la página web de la ONIC.
La presencia indígena se mantendrá hasta la culminación de las negociaciones de paz, que se espera continúen durante los próximos meses en Colombia. De hecho, posteriormente a la firma del acuerdo de La Habana el 26 de junio, la Comisión Étnica para la Paz, espacio de confluencia creado ad hoc por organizaciones indígenas y afrocolombianas, ha mantenido reuniones y entrevistas tanto con las FARC como con el equipo de negociador del Gobierno, con el propósito de hacer realidad una de sus principales demandas: “que la mesa de diálogos incorpore una subcomisión étnica que incluya en los acuerdos de paz un enfoque diferencial para los pueblos indígenas y afros”.
“Esperamos que las partes faciliten el espacio para que los pueblos indígenas y afros tengan una salvaguardia a los derechos ya adquiridos y se permita una vinculación de los mismos en la fase de implementación y verificación de los acuerdos”, señaló Marino Córdoba, coordinador internacional del Consejo Nacional Afrocolombiano para la Paz (CONPA), miembro de la Comisión Étnica para la Paz.