El canal interoceánico es el proyecto de vía fluvial que uniría el Atlántico con el Pacífico, atravesando Nicaragua y afectando -entre otros- a los territorios tradicionales de los pueblos rama y kriol. Nueve comunidades de esos pueblos cuentan desde 2009 con un Título de Pleno Dominio, de manera que su consentimiento es preceptivo, según la legislación local.
En este escenario, las autoridades del Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTR-K) han denunciado presiones para la firma del proyecto, que cuenta con el total apoyo de las autoridades estatales (el propio presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se ha referido a éste como “la segunda fase de la Revolución”).
De llevarse a cabo, la construcción del canal tendría impactos considerables sobre el territorio y la biodiversidad, viéndose también afectado el Lago Nicaragua, el mayor de Centroamérica.